Mira,
si recuerdas la lucha que tuviste, y a pesar de intentar una y otra vez, cuando
el fracaso se hacía presente en muchas formas, entenderás que todo tiene un
acomodo universal, y en unos días estarás mejor, pasaras a ser tú mismo la
mejor persona que conozcas, con mayor experiencia para no tropezar con la misma
piedra una y otra vez, aprenderás de ello y seguirás el sendero que la vida te depara.
Pero,
si recuerdas la lucha, cuando te rendiste antes de tomar la espada y el escudo,
preocúpate, porque solo tu conciencia atravesara tus costillas, romperá el peto
de seguridad para llenarte de inseguridades, vivirás en el quizás, en un tal vez,
y arduamente estarás en el infierno del “¿Qué hubiera pasado si?”…
Escúchame,
soy la voz que vive en tu cabeza, hablándote a mí mismo, ¿Qué hicimos? ¿Luchamos
por aquello que queremos? O ¿Abandonamos las tropas antes de zarpar?